Beatriz Gonzales
Beatriz González nació en la ciudad de Bucaramanga en el año de 1938. Es la hija menor de Valentín González Rangel y Clementina Aranda Mantilla.1 En 1956, viaja a Europa por primera vez. En ese mismo año, regresa a Colombia e inicia sus estudios en Arquitectura en la Universidad Nacional de Colombia. Pese a que no finaliza este pregrado, los dos años de permanencia en el programa le permitieron tomar el camino definitivo por las Artes Plásticas. Regresa a Bucaramanga en 1958.1 No obstante, retorna a Bogotá en 1959 e ingresa a la Facultad de Artes de la Universidad de los Andes. En dicha institución, fue estudiante de la historiadora y critica de arte argentina Marta Traba y del pintor español Juan Antonio Roda Trayectoria Pintora y grabadora de la Universidad de los Andes y de la academia de artes visuales (Rijksakademie van Beeldende Kunsten) de Amsterdam. Crítica de arte. Realizó su primera exposición individual en 1964, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá. En 1965 un premio en el XVII Salón Nacional de Artistas de Colombia. Ha expuesto individual y colectivamente desde 1964 en Colombia, España, Venezuela, EE. UU., y Brasil. Ganadora del I Salón de pintura de Cali, del I Salón Austral y colombiano del grabado; obtuvo una mención especial el XXXIII Salón Nacional de Artistas de Colombia. Fue directora del departamento de educación del Museo de Arte Moderno de Bogotá. Se ha destacado por sus variaciones sobre pintores clásicos y sobre temas cotidianos y personajes del país. Su obra se encuentra en el Museo Nacional de Bogotá, el Museo de Arte Moderno de Bogotá, el Museo La Tertulia de Cali, el Museo de Arte de la Universidad Nacional y en otros museos de Cali, Medellín y Bucaramanga. Ha sido curadora de exposiciones para la Biblioteca Luis Ángel Arango, el Museo de Arte Moderno y el Museo de Arte Religioso de Bogotá, además, ha sido colaboradora de la Gran enciclopedia de Colombia, asesora del Museo Nacional (1975-82) y curadora de sus colecciones de arte e historia (1990-2004). “Beatriz González –comenta la crítica de arte Ana María Escallón- pinta sobre tela, en muebles, sobre objetos; pinta cortinas, vasijas de barro, imágenes religiosas, etc., y en ellos va plasmando sus “comentarios” pictóricos, en colores planos y bajo la estructura asumida de una figuración ‘torpe’, donde queda plasmada la situación sociopolítica del país. Su irreverencia rompe tabúes, su ojo analítico destruye jerarquías. Ella es, dentro de su generación, la artista que realiza atentamente la crónica de la época, con su idiosincrasia y comportamientos propios”. El pintor Luis Caballero, a su vez, dijo: “Usted es la única que ha sido capaz de pintar a los colombianos”. Sobre su vida y su obra existe un libro de Jaime Ardila (1974).
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